Quien se crea que con la fuerza bruta va a solucionar el resultado de la pelea, tarde o temprano chocará con la realidad. Las cualidades musculares por naturaleza, seguirán el curso inexorable de lenta caída, y su sistema marcial que hasta ahora le había dado ciertos resultados positivos, empezará a tambalearse desde la misma base, convirtiéndole así en una persona débil.
Con ignorancia crees cuando eres joven, que la fuerza es la solución a muchos de los problemas, pero con el transcurrir del tiempo ves que no es así, entonces, ¿por qué perder el tiempo y retrasar el trabajo, avanzando por el camino correcto?

Si no dependes de la fuerza bruta, das oportunidad a los débiles.

La confianza en la relajación es difícil puesto que empezamos a aprender en el cenit de nuestras cualidades físicas y todas nuestras energías nos ciegan para alcanzar la fluidez y adaptabilidad.
El aprovechamiento de la fuerza del oponente en su perjuicio mediante el tacto, es la mejor solución a las personas con menos fuerza (ancianos, niños, enfermos), así como a mujeres que por su estructura corporal tienen que ser “mas listas”.
Rigidez y desequilibrio son compañeros que se dan la mano. Hay numerosos ejemplos sobre la flexibilidad y supervivencia en la naturaleza que deben darnos pistas sobre el camino a seguir. Pero dicho camino tiene la dificultad de que no es visible, y la enseñanza debe hacerse de dos formas; la primera es que se debe trabajar de una forma real o con golpes, y por otra, es que se debe sentir y por lo tanto es un proceso de continuo desarrollo.

Siempre hemos sostenido que con el mínimo esfuerzo debíamos obtener
el máximo resultado, para ello debíamos realizar la defensa casi sin energía para emplearla toda en el golpe.
Muchos de los estilos producen choques defensivos sin orientar dicho bloqueo hacia la Línea de ataque como soluciones, pero esto condiciona la continuidad que debemos tener en respuesta.
La distancia, ángulo y altura así como el chequeo por contacto o presión hacia un miembro inferior o superior y de forma interna o externa son las variables a desarrollar.
Cada bloqueo en la mayoría de los estilos deja hueco, estamos hablando sobre desvíos muy sutiles (sin salir de la línea de ataque) en los que la sutileza no da información al adversario, además sin ofrecer mas hueco de lo necesario.
La cesión y posteriormente reorientación se efectuará sin ruptura de contacto y sin salir de la línea de ataque. De esta forma siempre estamos amenazándole, como si le tuviéramos en la mirilla “apuntándole”.

La principal forma no activa o pasiva de entrar en contacto es la GUARDIA, que dependiendo de la forma que pongamos los brazos, el adversario hará tres acciones para golpearnos:

1- Quitar la guardia por no poder golpear directamente al estar cubierta la entrada (por lo tanto nos toca dándonos información)
2.- Golpear de forma circular.
3.- Desplazarse angulando.

En la primera situación hemos conseguido llevar al rival a “nuestro” terreno táctil.
En la segunda le obligamos a descuidar la Línea Central (se abre, y es aquí donde entra la percepción visual en la reacción), utilizamos golpes rectos encadenados como defensa.
En la tercera tiene que ser mas rápido que nosotros (puesto que hace desplazamiento y golpe aunque sea en un tiempo) además de tener que dominar bien la coordinación, equilibrio... Siempre que hay un desplazamiento hay un peligro.

Dicho de otra forma en cuanto a la aplicación de las presiones;
Son los controles que ejercemos para asegurarnos un camino despejado.
Favorecer una combinación de golpes y evitar que nos puedan golpear al mismo tiempo, evitará desagradables sorpresas. El golpe no nos asegura que ante una persona muy fuerte y emocionalmente muy motivada, no pueda pegarnos al mismo tiempo.
Voy a hacerles un ejercicio de reflexión, y es este: Si un palo va flotando por el río, y choca contra una piedra ¿por donde la sorteará, por la derecha o por la izquierda?, Igual que el agua siempre encuentra el hueco, mente y cuerpo deben actuar automáticamente.

Tu técnica es mi técnica. Reacción a tu acción. Adaptabilidad como el agua.

Por las ramas se sabe donde está el tronco (que es donde queremos llegar), pero no es buena idea conservar contacto si el camino esta despejado, hay que seguir al cuerpo, no a los brazos. Así evitamos que el movimiento sea más rápido que la vista.
Dos objetos no pueden ocupar el centro al mismo tiempo. Si uno lo ocupa, el otro no. Si golpea y mantienes, se desviaría, pero si le apartas echando fuerza a los lados apartándote de la Línea de Ataque, desarrollarías la mala costumbre de seguir la mano.
Es aconsejable que el movimiento se cree con el codo o dicho de otra forma que la defensa y presión salgan del codo. El movimiento a realizar es más corto, tiene mas fuerza por estar más cerca del cuerpo y permite golpear mejor al estar el puño más próximo y liberado.
En las defensas activas el codo permanece en el centro chocando y desviando. Esta no es la idea de reorientación pasiva. Dicha idea de guía con suavidad no son el mismo concepto (aunque el resultado sea el mismo = golpe). La aplicación de la SUAVIDAD contiene el principio de no agresión, pero el resultado para desgracia del agresor, lo condiciona él mismo.

Cuando entran en contacto las manos pueden darse dos situaciones, que la mano quede interna o externa en referencia a las suyas y al cuerpo.
Si queda hacia al exterior, estamos en una situación de movilidad en la que el cuerpo tiene libertad de movimiento pero en cierta forma debilidad por inestabilidad.
Si queda hacia el interior, estamos en una situación de fuerza que la sacamos del suelo y de la posición pero en cierta forma estamos estáticos.
Estas dos situaciones son complementarias y ninguna es mejor que la otra, todo depende de la circunstancia que queramos solventar.
Estos ejercicios son de corrección y compensación, por lo tanto no naturales. Con ello quiero decir que desarrollar cierta habilidad es una tarea ardua y que no se puede aprender ni por fotos ni por videos, solo por un estrecho contacto.

Tomamos la fuerza del adversario ya sea atacando o defendiendo. Lo que nosotros pretendemos, es romper el movimiento del contrario por intercepción como movimiento atacante inicial, pero si no es así, mantener una colocación amenazante.

Aun así, con el movimiento, se hará:
Ante un adversario más fuerte, hay que evitar realizar la maniobra de ataque o defensa, con interrupciones. O sea, generar siempre desde el movimiento la intercepción o la redirección. Esto tiene vital importancia por el hecho de que la musculatura cuando inicia la acción, no puede “anclarse”, solo podría rectificar dicho movimiento, al final de su recorrido. Por ello, el momento adecuado, unido a la sensación de hueco, soluciona nuestra “falta de fuerza”.

1.- Velocidad en la presión orientada a la Línea de Ataque.
2.- Cambios constantes sin “destaparnos”.

Como he dicho antes, estos puntos anteriormente expuestos, impiden definir que músculo tiene que ejercer la presión o fuerza, y produce debilidad al adversario.

Mantener la guardia en el movimiento
El movimiento crea ángulos nuevos que obligan a adaptarse a una nueva línea de ataque sin que se pierda la presión, o una energía constantemente reorientada a la Línea de Ataque, es la idea dinámica de Sensibilidad.

Si la puerta está cerrada (línea de ataque cubierta), la presión a los brazos hacia el adversario no debe ser frontal, puesto que la información por y la presión el peso es grande (excesivo apoyo) y éste puede aprovecharse de la información dada. La solución está en la angulación (cambio de la distancia de golpeo y situarse en la zona muerta). De esta forma se diría que estamos desarrollando una ANTI-SENSIBILIDAD.